domingo, 23 de agosto de 2015

VOLVER...

Ya en casa, feliz de ver y estar con mi familia e intentando poco a poco asentar todo lo vivido, que ha sido mucho. Cuando uno vuelve es imposible que todo vuelva a ser "normal", esa frase de "intentando volver a la normalidad", no se puede dar. Me siento feliz, muy feliz. Sin saber por qué, cómo y sin esperarlo, me he sentido palabra para tanta gente que necesitaba escucharla, me he sentido ternura y cariño entre personas realmente heridas y auténtica vela, ya ecuatoriana, para avivar y multiplicar la luz de tanta gente con miedo o pereza de alumbrar. Todo esto con la mejor compañera de este camino y misión que podría tener, Paula. 

Con mucho que decir, con mucho que compartir y compartirme y con parte de mí allí, en La Argelia.

Noelia.


viernes, 21 de agosto de 2015

NUESTROS JÓVENES

 ¡Gran tarde de despedida con nuestros jóvenes!

Ellos nos conocen mejor que nadie y han vivido y compartido con nosotras casi todo lo que hemos hecho. Desde el primer día que nos fueron a buscar al aeropuerto hasta hoy, con un pastel en mano, celebración de cumpleaños adelantada y con sus palabras encima de la mesa, nos han demostrado que quieren comerse el mundo, que tienen fuerzas, que tienen alegría y que tienen a Dios muy adentro. Hemos pasado con ellos una semana de formación de monitores, de talleres creativos, el primer campamento vacacional de la parroquia y la semana de misiones en Guaranda. Sin duda nos han robado parte de nuestro corazón. 

Nos llevamos algo de cada uno de ellos y sus nombres grabados en nuestra memoria. Nos han dedicado unas palabras tan bonitas y con tanto sentimiento dentro que solo podemos darles las GRACIAS y seguir diciéndoles que ELLOS son los que cambiarán las cosas y los que asentarán todo lo vivido para seguir adelante. ELLOS son el ejemplo de lo vivido, el impulso para seguir comprometiéndose con el barrio, para hacer un mañana mejor y para vivir, con esa sonrisa y esa alegría que tienen, de tal manera que contagian vida allá donde van.

¡GRACIAS A TODOS NUESTROS JÓVENES! Sí, como dijimos,  ya NUESTROS.




miércoles, 19 de agosto de 2015

LA BELLEZA QUITEÑA

Esta semana ya huele a despedida. Durante estos días estamos visitando algunos de los puntos turísticos más bellos de Ecuador, la mitad del mundo, el teleférico y las preciosas vistas de todo Quito o el volcán Pululahua.

Está costando mucho hacer las maletas y meter todo lo vivido. Os garantizamos que no queremos cerrarlas y que la mitad de nosotras ya está aquí.





martes, 18 de agosto de 2015

DE VUELTA DE GUARANDA

25 jóvenes partimos el pasado domingo 9 hacia San Simón, del cantón Guaranda y perteneciente a la provincia de Bolivar. Os preguntaréis ¿para? ¿qué habéis hecho? ¿a vivir bien? ¿a hacer algo por los demás? ¿cómo os ha ido?

Realmente contar esta experiencia nos supondría a las dos párrafos y párrafos. Pero a veces uno siente tanto, que las palabras se quedan atrás y casi no llegan a expresar lo que uno ha vivido, pero intentaremos haceros sentir lo que hemos sentido estos días.

Justo a nosotras nos mandaron misionar en San Simón. ¿Qué suponía eso? Intentar hacer comunidad con más de 160 familias y vivir en casa de Mónica. El resto de nuestros compañeros, ya amigos muchos de ellos, eran enviados a las comunidades campesinas, Tagma Rumiñahui, Vaqueria, Pachagron, Capito, Tandaguán, Conventillo, Ulagagua... muchas de esas comunidades eran de indígenas y otras de mestizos y con el gran reto de convivir católicos con evangélicos e intentar evangelizar teniendo el respeto de los evangélicos, todo un reto.

Nosotras, San Simón. El centro del pueblo. No teníamos que subir altas montañas y aparentemente estábamos muy contentas porque viviríamos en casa de Mónica, pero no sabíamos el gran reto que se nos pondría por delante...  ¿Os acordáis de Mónica? Aquella madre que sostenia a dos hijos, una familia, un ejemplo de superación... pues bien; la realidad va mucho más allá de lo que uno ve en unas pocas horas. Detrás de esta casa, detrás de esta familia, hay una historia tremenda de violencia, de maltrato, de heridas sin curar y de otras que se van abriendo. Poco a poco fuimos descubriendo que nuestra misión en San Simón era mucho mayor de lo que pensábamos. 



Por la mañana, íbamos a visitar a las familias, presentarnos y ofrecerles compartir un ratito por la tarde entorno a la palabra y para charlar un rato, y otros días trabajábamos desgranando maíz, haciendo almuerzos, tareas de la casa, limpiando o lo que fuese necesario. Por las tardes visitábamos las casas, muchas de ellas nos abrían las puertas de par en par, con un café, una tortilla de queso, una empanada de verde y con la mejor de las sonrisas.

Ni os imagináis lo acogedora que es la gente y eso que teníamos el gran reto de que San Simón es un pueblo que no hace comunidad, ellos mismos te lo dicen, cada uno en su casa y Dios en la de todos, y nuestra misión era ir logrando gente, llegar a gente a través de la Fe, de la experiencia de Dios, de la escucha, de nuestros oidos y de lo mejor que podríamos entregarles para que compartiesen todas las tardes un rato de oración con nosotras a las 19:00h de la tarde. Ese rato de oración resultó ser lo mejor de cada día. Una hora en la que nos olvidábamos de todo, en la que la gente del pueblo, a la que íbamos visitando, se acercaba hasta el salón de la parroquia para celebrar con nosotras. Vimos cómo hicieron sus propias vasijas con sus defectos y sus virtudes, cómo se posicionaron según su autoestima baja o alta, como construyeron un gran árbol con raíces, tronco y frutos, cómo se posicionaron en hijo mayor, menor o padre y cómo se abrazaban, se juntaban las manos y cómo se sonreían cada día.

Imaginaros! Un pueblo al que no le gusta el contacto, ni hacer comunidad... tener cada día unas 20 personas, niños, abuelos, padres, madres, que se abrían durante un ratito y se abandonaban a los demás... fue tremendo.



Hemos visto mucha miseria, soledad, violencia, pobreza, abandono, personas mayores viviendo solas, discapacitados agarrándose a su Fe para tirar adelante y mucha mucha humildad y sencillez.  Uno viendo tanta cosa como hemos visto, no puede ser el mismo. Os aseguramos que no somos las mismas, y no por haber comido cui (cobayas), por las picaduras de las pulgas o por los 30 gallos kakareando a las 4 de la mañana, si no por el aprendizaje de las personas, por el mensaje que te hacen llegar, que pese a tanto, y mucho de ello malo, la vida es un regalo y la viven así, de esa manera, con la mejor de sus sonrisas.

Y diréis, ¿Y Mónica? Esta historia, que terminó resultando totalmente de Dios y con mucha esperanza en ella, os la contamos en otra entrada. 

Noelia y Paula.

domingo, 9 de agosto de 2015

¡NOS VAMOS DE MISIONES!

Hoy partimos hacia Guaranda, para vivir una experiencia de misiones en las comunidades campesinas del pequeño pueblo de San Simón.
Nos vamos casi 30 jóvenes hacia allá y nos repartiremos en 10 comunidades, dos en cada comunidad y alguna comunidad con tres. Nuestra misión allí es transmitirles a tantas familias la alegría de vivir, la alegría de compartir, de amar y la alegría que supone evangelizar con una sonrisa y con la entrega que llevamos allí.

Va a ser una semana intensa, incomunicadas, donde dejamos atrás todo, y dejamos todo en Quito, llevando en nuestra maleta, ropa de abrigo, un poncho, zapatillas de andar y sobre todo las manos abiertas para dar y el corazón abierto para acoger. 

Por las mañanas y por días, visitaremos todas las casas de nuestra comunidad, dialogando y escuchándoles a todos ellos entorno a una pequeña reflexión, en total unas 30 familias por comunidad, las tardes se las dedicaremos a los niños y jóvenes, haciendo actividades con ellos, dinámicas, juegos e intentando transmitirles valores y por la noche intentaremos reunir a toda la comunidad entorno a una pequeña celebración.

¿Dónde dormiremos? ¿Dónde comeremos? Dios dirá... no penséis que hay colchones, y seguramente ni haya luz, y quizás ni agua potable y tengamos que hervirla y posiblemente trabajaremos algún día en el campo con ellos, y las comidas seguramente un día aquí y un día allá... pero intentaremos poner lo mejor de nosotras en cada momento.

No os lo vamos a negar, tenemos mucho miedo de lo que nos podamos encontrar. Situaciones familiares límites, momentos que nos desborden, niños abandonados, alcohol en las casas, parejas desestructuradas y sobre todo mantener la cordura, fe y alegría en esos momentos va a ser difícil pero prometemos que intentaremos estar enteras y aun así poner pequeños rayos de sol donde la tempestad y la tiniebla ha inhundado las casas. 

Con el corazón en la mano, con temor, pero ilusionadas, marchamos hacia una nueva experiencia que seguro que marca un antes y un después de nuestra estancia en Quito y nuestra experiencia personal. ¡Acordaros de nosotras!


sábado, 8 de agosto de 2015

¡CON ALEGRÍA ACABA EL PRIMER CAMPAMENTO DE LA ARGELIA!

Ayer viernes acabamos el primer campamento vacacional que organiza la parroquia Santa María de La Argelia. Fue un día festivo donde no faltaron los bailes, las risas, los juegos, las canciones, las sorpresas y mucha mucha ilusión por parte de niños y monitores.

Para acabar esta mañana, comimos todos los monitores juntos con el P. Pedro. Fuimos más de 30 compartiendo mesa y donde, unas cuantas pizzas y algo de cola de manzana, fueron la comida perfecta para hablar, compartir lo vivido, lo que les ha quedado dentro a cada uno y su propia experiencia de este campamento.

Estamos tremendamente orgullosas y agradecidas por y a todos ellos, ya que han hecho una labor excelente y que ojalá, y así se lo transmitimos, esperamos que lo mantengan durante muchos años más, ya que serán ellos los que el año que viene cojan estas semillas de lo aprendido, vivido y experimentado y volverán a sembrar en todos los niños que quieran acercarse a estos campamentos, todos los valores que hemos intentado transmitirles.

Les hemos ofrecido todo lo que hemos podido traer de España, dinámicas, juegos, videos, catequesis, todo lo que podamos dejarles y que les sirva para ayudar, catequizar y educar aquí durante todo el año y en especial con los niños.

Nos dieron las gracias por haberles guiado y coordinado en este gran proyecto que nos ha unido a todos, pero las gracias se las hemos dado nosotros a ellos porque es increíble que tantos jóvenes, la mayoría de ellos sin pertenecer a ningún grupo de la parroquia, se hayan juntado y hayan permanecido, con compromiso, queriendo aprender durante toda la semana de formación y luego con un cariño tremendo que han puesto y una dedicación increíble hacia los niños. Todo este grupo, que se acaba de formar, de más de 30 jóvenes, formará algo nuevo en el próximo mes de Septiembre. Estamos muy ilusionadas de que haya surgido un grupo nuevo que cree unas comunidades jóvenes dehonianas nuevas y con tanto entusiasmo e ilusión. Muchos de ellos también irán a misiones ya que se han enganchado a través de estas actividades. Es un tesoro tenerles a todos ellos, tienen un interior tremendo y ganas de crecer día a día. Ya les hemos cogido muchísimo cariño y nos costará mucho despedirnos de ellos. 

Hay tanto que se puede hacer por ellos y con ellos... en España estamos constantemente educando e intentando transmitir valores y a veces les aburrimos de dinámicas, actividades, oraciones, confesiones... y muchos de estos jóvenes no agradecen todos los recursos que les prestamos y todas las actividades que se les ofrecen. Aquí, hay recursos claro, pero limitados, hay actividades claro, pero no tan constantes, hay grupos, claro, pero con las situaciones que tienen en cada familia, cada casa, cada joven... es muy dificil la constancia, el compromiso y a veces hasta mantener la fe.

Ellos están deseando poner todo cuanto tienen y aprender, pese a sus situaciones familiares, pese a sus depresiones, pese a los intentos de suicidio de algunos, pese al ir y venir de algunos... y nosotros allí en España casi desgastándonos la cabeza en tantos jóvenes que luego ni aprecian todo lo que se les da. Esperamos que por lo menos, ahora, quede el rebaño unido, han hecho muy buen grupo apoyándose unos a otros, desde los 13 a los 24 años, y les deseamos, de corazón, todo lo mejor y les apoyaremos en cuanto podamos.




domingo, 2 de agosto de 2015

LAS EMOCIONES Y SENTIMIENTOS SE MULTIPLICAN


Ayer sábado estuvimos participando del comedor social. Justo era un día muy importante, ya que celebraban el cumpleaños de Luis Fernando, un joven de 20 años que pertenece a esas 85 casas a las que el comedor social brinda comida cada semana. Él, fue abandonado por sus padres por tener una discapacidad y su abuela se ocupó de él y es la que día tras día le cuida y mima.


Para celebrar este cumpleaños, Stalin, coordinador del comedor, organizó varios juegos para que participásemos todos los jóvenes y niños que habíamos acudido ese día. 

¿Cómo funciona el comedor? Desde las 7 de la mañana empiezan a calentarse los fuegos de la cocina. Personas desinteresadas de toda La Argelia acuden al mirador para realizar la comida, cortar, envasar, cerrar y almacenar las más de 85 comidas que se reparten entre Miravalle, Argelia Alta, Mirador y Aida León.

Hay un equipo de cuatro cocineras que se dedican gran parte de la mañana a realizar la comida para tanta gente. Suelen ser siempre dos platos, ayer fue un caldito y una sopa con pollo, patata, zanahoria... Después de eso nos encargamos de ir envasando y cerrando en los taper para poder repartirlos en las cuatro cestas, una por barrio. Todo lo tienen muy bien estructurado, ya que saben cuantas raciones meter en cada cesta según las familias a las que haya que dar comida. Después de tener todas las cestas llenas con los dos envases de cada familia, partimos en carros hacia los barrios. El barrio del mirador va andando, ya que está cerca, los otros tres barrios nos desplazamos en carro ya que son casas que están muy separadas unas de otra y más lejos de la capilla donde se centra todo el trabajo.

Estuvimos repartidas entre Argelia Alta y Aida León. Realmente vimos situaciones muy duras, ancianas que vivían solas, abandonadas, con la única compañía de un par de perros y con casas bastante pobres, con mucha miseria y sin apenas recursos; niños huérfanos que pasaban el día entero solos porque su padre la mitad del día trabaja y la otra mitad se la pasa bebiendo y ellos tienen que arreglárselas para ir al colegio, hacer la comida con apenas 12 y 6 años... ; mujeres en la cama víctimas de la violencia que apenas pueden moverse, niños con discapacidades físicas y psíquicas y todo en la absoluta miseria, rodeados de basura, suciedad y otro sin fin de cosas que quedan dentro nuestra.

Fue una mañana dura y con muchos sentimientos que nos han aflorado muy adentro, mucha pena, mucho dolor y sin seguir entendiendo por qué hay zonas del mundo tan ricas con tanto que sobra y encima rebozándose en la riqueza, y otras que día a día luchan por comer un cazo de sopa. Ahora tenemos el corazón en la mano, escuchar cómo te agradecían mil veces ese plato de comida, o ese abrazo que les dabas, o esa mano que les tendías y ver cómo solo podíamos darle a la semana ese plato de sopa...  otro motivo más para saber que en Ecuador no hay que pensar con la cabeza, hay que dejarse llevar por el corazón y sentir, siempre sentir y entregarnos a toda la realidad que nos necesita.









Para terminar el día salimos con los callejeros. Esta vez recorrimos un poco del centro histórico en busca de personas que viven en la calle, vagabundos que se pasan el día bebiendo o drogándose en plena calle. Buscamos, como callejeros, a toda esta gente necesitada para ofrecerles un agua caliente, que es una manzanilla para combatir el frío Quiteño, y un pan. Después de recorrer parte del centro histórico fuimos a uno de los hospitales de Quito. Entre el dolor de la gente, la tristeza, las largas horas de espera en la calle, la desesperación, mucha gente necesita sentirse arropada, querida y acompañada. Todos, en medio de tanto dolor, agradecían, con una sonrisa que valía más que mil palabras, aquel pequeño pan como lo más valioso que pudiésemos darles.  

 Como veréis, un día cargado de emociones por todas partes.

¡HOY HEMOS TENIDO UNA MAÑANA FESTIVA! Se ha realizado la misa de envío de todos los jóvenes que serán los monitores del primer campamento vacacional de la Parroquia! Estamos muy contentas y muy orgullosas por todos ellos y esperemos y estamos seguras, de que será una gran semana junto con los 80 niños que tenemos apuntados. Realmente esto es todo un reto, pensábamos que iban a ser muchos menos niños y que íbamos a contar con menos monitores, pero al final con organización y con mucha mucha entrega y pasión lo tenemos todo a punto para empezar mañana con esta gran semana.